Dia 3- El mundo sobre ruedas

Uno de los síntomas de un inminente ataque de nervios es la creencia de que el trabajo de uno es terriblemente importante Bertrand Russell

En la oficina ya se han puesto en campaña por encontrar un reemplazo. Quedan a la luz ambiciones y cuestiones que en el trato diario se vislumbraban pero no eran tan evidentes.

Hoy le presté más atención a una serie de cuestiones más terrenales. Lograr el equilibrio entre el tiempo para el desarrollo espiritual y el desarrollo de cuestiones más materiales es todo un tema, por lo menos para mí. O vivo colgada de una nube de gas o me paso de rosca con la exigencia de “responder” a las demandas que hacen los clientes.

Por lo pronto, algo que me reconforta es que he vuelto a hacerme un tiempo para escribir y eso ya me da la pauta de que estoy priorizándome. Y el tema dinero todavía no me perturba. ¡Qué loco es esto de descubrir que uno dedica tanto tiempo para otros y muy poco para uno mismo!

Llegar a casa, descalzarse, prepararse algo rico y disfrutar un ratito en un ambiente más distendido (Y si hay niños? Bueno… imagino que habrá que incluirlos en esos “cinco minutos “me tomo un té”, al fin y al cabo educar con el ejemplo es la forma más fácil de educar)

Ahora estoy retomando el hábito de la lectura también. Y revolviendo encontré un extracto de un joven adolescente  llamado Albert Cassals que hace un par de años a los 15 años, recorrió el mundo en su silla de ruedas (después de que una enfermedad a los 5 años dañara su sistema motriz). Luego editó su libro El Mundo sobre Ruedas donde resume su filosofía de vida: El “Felicismo” concepto que afirma que todas las acciones del ser humano están motivadas por el deseo de ser feliz, conciente o inconscientemente y que sólo mediante una existencia feliz podemos proporcionar felicidad a los demás.  

El libro incluye unos comentarios de padres de Albert donde cuentan por qué dejaron a su hijo salir al mundo aún cuando era menor de edad y peor aún: sin dinero porque lo que hace feliz a Albert es conectar con personas y viajar sin gastar plata. En un mundo donde el 99% de los padres no deja a sus hijos ni siquiera llegar solos a la esquina, los padres de Albert también son especiales.

Qué alentador es descubrir gente que nos inspira, ¿no? Qué bendición es vivir inspirado ¿no?

Harumi

5 comentarios sobre “Dia 3- El mundo sobre ruedas

  1. QUE VALIENTE¡ YO EN CAMBIO SIGO PRESA DEL PANICO,LEERTE ME RECONFORTA, DE ALGUNA MANERA TU LIBERACION ES LA MIA TAMBIEN.TENGO UN NUDO EN EL ESTOMAGO Y ALGO SE RETUERCE MUY DENTRO,QUE HACER? VEO CON ALEGRIA VUETRA EVOLUCION,

    1. Hola Clara, en el dia 0, justamente comentaba eso. El tema es que cuando la angustia es más fuerte que el miedo al cambio, a la incertidumbre, uno da el paso. Con esto no quiero decir que todos renunciemos a nuestros empleos. Hay gente que afortunadamente AMA lo que hace bajo dependencia. Hay gente que necesita la «seguridad» que le da un empleo. A todos nos gusta sentirnos útiles y bien valorados. De todas formas, descubrir qué es lo que realmente nos molesta, es un avance, porque a veces uno cree que cambiando de trabajo todos nuestros malestares cesarán… muy por el contrario, a veces, necesitamos solamente un cambio de actitud. Te deseo mucha suerte en tu búsqueda!!! yo recién estoy dando los primeros pasos hacia la vida que me gustaria para mí. Sé que eso no solo me dará una realización personal a mí, sino que también reconfortará a los que me rodean. Hace una semana exactamente decidí que era tiempo de dejar de lamentarme y quejarme y actuar. Un cariño y gracias por compartir conmigo tu sentir. Almabrazo

Muchas gracias por tu visita! almabrazo